En este mundo de hoy, la titulitis prevalece por encima del buen hacer.
Muchos son los ejemplos, tanto en las Artes Marciales como en la mayoría de los campos profesionales en los que se mide a los aspirantes por el "grueso de su carpeta de títulos" sin importar la realidad del puesto a cubrir.
Así, ante la necesidad que nos apremia en esta crisis, nos encontramos que, para un puesto de reponedor de supermercado, se tienen en cuenta carreras universitarias, Masters realizados, pero da igual de que especialidad( claro, un abogado ordenara mejor el arroz que un ingeniero... donde va a parar).
Es por esto que proliferan una nueva orda de academias que, por módicos precios, nos sellan titulaciones valederas para una u otra organización "oficial", no siendo compatibles unas con otras, por lo que debemos gastar nuestro tiempo y dinero por duplicado o triplicado para poder estar al día de todo.
Es tan grande y densa la nube toxica titularia que nos envenena, que ya no podemos ver otra cosa y, catalogamos con recelo a cada persona que se nos acerca como "legales" o "fraude" en función de donde vengan sus diplomas, sin importar como realice su trabajo.
Muchos maestros hacemos también esas valoraciones sobre alumnos que, ante la imposibilidad de demostrar sus habilidades, solo tienen la opción de enseñar sus credenciales en papel sin tener (ni poder) tener en cuenta su nivel de conocimiento. tan solo sus diplomas.
Curiosamente, también ocurre lo contrario:
Un profesor encumbrado y consagrado en el "hall of fame" de su sector, tendrá vía libre para "crear su propia linea de trabajo" ( inventarse cosas)," dar una valoración sobre compañeros del sector y su trabajo" ( criticar y menospreciar a otros) "tener una opinión honesta y sincera" ( insultar públicamente) teniendo que aceptar esto como una lección positiva a agradecer, que podrás dar tu algún día a los que te sigan.
Es el ejemplo que damos a nuestros alumnos que, ademas son los que aprenden de nosotros, no solo nuestra asignatura, sino nuestra manera de proceder y evaluar a otros, el que tenemos que cuidar para así poder romper este circulo vicioso que nos esclaviza, nos divide y nos deja mal cuerpo cuando tratamos de ejercer nuestra profesión.
Poner mas empeño en los detalles importantes hará que el vinculo entre profesión, maestro y alumno sea mas claro, fuerte y duradero.
crear una cohesión de gremio, de grupo, de conciencia enjambre positiva, en vez de decir:
- "Lo mio es lo mejor, lo de algunos es pasable y lo de la mayoría es una mierda." -
Un saludo.
Juanmi Sensei